El día que un joven al dirigirse a mí, me trató de usted por primera vez, me entró un ataque de pánico. Me sentía bien y el espejo todavía me devolvía una imagen estupenda. El tiempo fue pasando, muy rápido… y cuando ya nadie, excepto mis amigos me tuteaban, fui consciente que había llegado a una edad indeseable. Todos son más jóvenes que yo, apenas algún anuncio publicitario va dirigido a mí y estos no me gustan y me deprimen.
El cuerpo empieza a cambiar de un modo que cuesta controlar, demasiado esfuerzo y dinero para seguir pareciendo joven. Y miras a tu alrededor .. No quieres convertirte en lo que ves.. No quieres engordar..Ni vestirte en tiendas de mayores..Eres chica de minifalda…Horror, ya no puedes parar los efectos del paso del tiempo. Y empiezas una competición contigo y con tus amigas..quién se conserva mejor…quién se hace más tratamientos rejuvenecedores, ..es agotador…y si no tienes muchos recursos es frustrante.
Pero con la edad, aparte de arrugas y tal vez kilos, adquieres seguridad y experiencia.
Y ya no se volverán por la calle a mirarme, tendré arrugas.. pero seguiré estando MARAVILLOSA.
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Las mujeres maduras teneís un encanto especial y la elegancia que solo con la experiencia se alcanza. No hay que intentar parecer joven, lo importante es sentirte a gusto contigo mismo. Si lo consigues, te seguirán mirando por la calle. La madurez es plenitud.
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¡Olé, olé olé…!
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